La tercera planta del CIM expone los trabajos distinguidos con el primer, segundo y tercer premio del concurso de proyectos finales de máster en Arquitectura para reutilizar el espacio del antiguo circuito automovilístico de Fuente Álamo.
La exposición está hecha con estructuras modulables de madera reconstruida que permiten una total personalización en cada montaje, según las necesidades del espacio. La han diseñado los estudiantes del grado en Fundamentos de Arquitectura Luis Ortega Escalona, Juan Carlos Pérez Sánchez, Esther Rodríguez Rojo y Eusebio Ros Cánovas, alumnos de la asignatura Proyectos VIII y tutorizados por el profesor Jaume Blancafort. Eligieron este diseño por su capacidad de reutilización, la variedad que ofrece y por su funcionalidad para exposiciones itinerantes.
Esos módulos, cortados con una fresadora, ofrecen la posibilidad de montar diferentes estructuras con longitudes, tamaños y alturas distintas. Los llamativos textos y grafismos están tallados en la madera con el uso de un láser.
Los proyectos ganadores
Game Over, el proyecto ganador, muestra una visión personal de su creador, Víctor Abellán Rubio. Ofrece una propuesta un tanto diferente ya que se apoya en el antiguo edificio de boxes para crear un espacio destinado a los videojuegos.
Sala retro, zonas de juegos cooperativos y competitivos y unas pasarelas metálicas que conectan los diferentes espacios son los elementos que caracterizan la primera planta de este edificio. La planta baja se destinaría a la celebración de convenciones, eventos y torneos.
Eva Delgado Martínez, ganadora del segundo premio, propone un espacio al que llama Clepsidra y que se compone de unas estructuras especialmente pensadas para recoger el agua de lluvia y hacerla circular hacia unas piscinas.
En este lugar los protagonistas son las personas, junto al agua y la vegetación. Las zonas de baño contarían con un sistema de filtrado natural con doce tipos de plantas y el proyecto propone usar el agua de rebose para el riego de la vegetación del entorno.
Bajo la Higuera es la propuesta de Francisco Javier Mármol Molina, reconocida con el tercer premio, que se centra en conectar a los vecinos de Fuente Álamo y la Hacienda. Propone una red de caminos con zonas de sombra para cohesionar este espacio usando tres elementos: sendas para conectar los diferentes puntos del territorio, umbrales o pérgolas para aportar esa sombra tan necesaria y los módulos, que conformarán la plaza y centro.
"La falta de condicionantes en el espacio de actuación dio lugar a una reflexión individual de cada estudiante que les llevó a proponer respuestas muy diferentes entre sí pero con algo común entre todas: cada una naced e la sensibilidad y emoción de quién la proyecta", explica la coordinadora del máster en Arquitectura, María José Muñoz.