El nuevo ingeniero de Minas por la UPCT, Samuel Sáez, presentó ayer, con la máxima calificación, el Trabajo Final de su formación en la Escuela de Ingenieros de Caminos y Minas de la Universidad Politécnica de Cartagena. Se trata de un nuevo trazado de ferrocarril entre Murcia y Cartagena que reduce el tiempo de viaje a 32 minutos, prácticamente la mitad del actual y que plantea una serie de ventajas a diferentes niveles.
La parte fundamental de los 38 km del trazado es un túnel ¿de base¿ de 16,5 km que enlazaría con el aeropuerto internacional de Murcia mediante un intercambiador. Con ello, esta infraestructura aeroportuaria quedaría revalorizada, con un tiempo de viaje desde las dos ciudades de 15 minutos, lo que puede incidir de forma importante sobre nuestro sector turístico.
"Este trabajo responde a las incertidumbres que despreciaron por compleja esta alternativa, permitiendo valorar no solamente su viabilidad técnica, si no su coste y los diferentes beneficios que afectan a infraestructuras tan importantes para la Región como el puerto de Cartagena, que es el cuarto de España en mercancías y alcanza una cifra de 250.000 viajeros", explica Emilio Trigueros, codirector del TFM.
El estudio realizado por el estudiante del máster en Ingeniería de Minas considera un trazado moderno con doble vía, electrificada y con doble ancho, de forma que pueden circular tanto pasajeros como productos de consumo en contenedores.
El corazón del proyecto es un ¿túnel¿ de dos tubos, más un túnel de servicio y dos pozos de ventilación, cuya excavación tendría un coste de realización de 1.000 millones y un plazo de ejecución de 3 años. Una obra de esta envergadura alcanzaría, añadiendo al coste del túnel la parte de vías y catenarias eléctricas en todo el trazado, un coste total de unos 2.300 millones.
"Los túneles de base para ferrocarril son la opción medio ambientalmente más respetuosa, puesto que evitan la intromisión en zonas ambientales como, en este caso, el parque regional de Carrascoy, sobre el que se eliminaría parte del transporte de los 30.000 vehículos diarios que por él circulan", argumenta el profesor Trigueros.
"La huella de carbono de transporte disminuye también drásticamente. Téngase en cuenta que la máxima altitud del trazado es de 200 metros sobre el nivel del mar, lejos de los 350 metros que corona el Puerto de la Cadena, la alternativa por carretera", subraya el nuevo ingeniero Samuel Sáez.
Emilio Trigueros y Antonio Ruiz, codirectores del trabajo, afirman que el estudio merecía la pena para establecer desde el ámbito técnico los datos básicos de un proyecto de esta naturaleza. Se emprenderá ahora la segunda parte, que es estudiar con detalle el coste-beneficio que supone para toda la Región de Murcia, que quedaría de esta manera conectada con ventaja a las infraestructuras del Corredor Mediterráneo.