La Universidad de Mayores de la UPCT inicia un nuevo curso este lunes con la conferencia inaugural de uno de sus alumnos, José María Conesa Duelo, quien hablará en el salón de actos del CIM, a las 17 horas, de su libro 'El Banco de Cartagena'. El ponente, un apasionado investigador de la historia local, es autor también de los libros 'Las monedas de Cartagena' y 'La aduana de Cartagena'.

• ¿Cómo es que tan pocos cartageneros recuerdan el Banco de Cartagena?
• Es un gran desconocido, pese a la gran importancia que tuvo en su época. Fue el primer banco privado que se creó en la Región, en el año 1900. Y era entonces uno de los únicos cinco bancos españoles que cotizaban en la Bolsa de Madrid. Su crecimiento fue muy rápido y tenía ya 23 oficinas en 1916, cuando llegó a ser el banco español con más sucursales. Contaba con agentes comerciales en las grandes plazas financieras del mundo: Nueva York, Londres, París, Colonia, Pekín, Shanghái, El Cairo…

• ¿Y qué le ocurrió?
• Murió de éxito. Logró superar la Primera Guerra Mundial, la mal llamada gripe española, las guerras en Marruecos… y nunca dejó de dar beneficios. Incluso el presidente de su Consejo de Administración, el conde de Romanones, llegó a ser presidente del Consejo de Ministros de la Nación. Pero los siguientes administradores decidieron aliarse con grandes bancos extranjeros para crear el Banco Internacional de Industria y Comercio, que a la postre fue absorbido por el Banco Central tras la Guerra Civil.

• ¿Dónde estaba la sede del Banco de Cartagena?
• En la plaza de San Francisco. En un edificio modernista diseñado por Tomás Rico Valarino, que aún sigue en la plaza, pero a cuya fachada le quitaron la gracia cuando lo reconvirtieron en Banco Central. Lleva cerrado décadas y aún se puede ver desde las ventanas como era su interior.

• ¿Por qué ha investigado sobre este tema?
• Gracias a que mi bisabuelo era accionista del banco y heredé mucha documentación.