Una iniciativa win-win, en la que todos ganan, así se define el nuevo servicio de teleacompañamiento a personas mayores de habla inglesa que la asociación AFA Levante va a desarrollar con la ayuda de estudiantes voluntarios de la Politécnica de Cartagena y de la Universidad de Murcia para detectar y prevenir trastornos sociales o neurodegenerativos en personas solas o con poco contacto con el exterior. Estas conversaciones intergeneracionales aportarán al alumnado créditos académicos y les ayudarán a mejorar su nivel de idiomas.
El servicio de llamadas telefónicas se iniciará en el municipio de Los Alcázares, donde residen 1.600 británicos y otros 400 vecinos de otras nacionalidades europeos, muchos de ellos también angloparlantes. “Para los mayores será un orgullo ayudar a los estudiantes a mejorar su nivel de inglés”, avanza Joanne Scott, concejal de Política Social en la localidad marmenorense. “Muchos no tienen familia, ni aquí ni en su país de origen, y por la barrera del idioma no tienen con quien hablar”, argumenta la edil, recordando que “aprender una nueva lengua con más de sesenta años no es nada sencillo”.
Esta nueva oferta de voluntariado universitario, que se suma a las de teleacompañamiento de personas mayores que ya existen, se dirigirá también a los estudiantes erasmus. “El intercambio de idiomas y los encuentros intergeneracionales forman parte de las actividades culturales que fomentamos entre los erasmus y les puede ayudar a completar los créditos académicos que necesitan”, señala el presidente de la asociación Erasmus Student Network Cartagena, José María Segura.
“Está comprobado que hablar más de un idioma aumenta la reserva cognitiva y previene enfermedades como el Alzheimer”, resalta por su parte Raúl Nieto, gerente de la asociación de familiares y amigos de personas con trastornos neurodegenerativos AFA Levante. “El objetivo es que los mayores se sientan acompañados, pero también formaremos a los estudiantes para que sean capaces de detectar a personas con necesidades especiales, pero que no cuentan con un diagnóstico de demencia, para poder derivarlos a programas sociales de ayuda”, añade.
La idea es extender este servicio a otros municipios de la Región de Murcia, en la que residen más de 16.000 británicos.